Muchas veces me han preguntado sobre si es mejor estudiar piano o teclados.
La inquietud puede venir tanto de alguien interesado en estudiar algo de música como de padres interesados en que su hijo lo haga.
Lo primero que se me viene a la mente es que cualquiera sirve para estudiar música, pero entiendo que esa respuesta puede causar confusión: es difícil saber qué relación se establece entre quien hace la pregunta, el instrumento y la música, según él o ella la conocen y experimentan.
Lo primero a tener en cuenta es lo siguiente:
El teclado (Instrumento musical de teclado) es una INTERFACE para seleccionar, escoger y obtener sonidos dentro de la oferta tonal de un instrumento, y la diferencia entre uno y otro (Órganos, Pianos, Teclados de Sintetizador, Acordeones, Melódicas…) es más debida tanto a la diferencia de tamaño y ACCIÓN mecánica, como a la técnica de ejecución según éstos requieran, que a cualquier otro factor.
El primer factor a considerar en el Piano es el siguiente: Es un instrumento acústico cuyo sonido es producido por la acción de un sistema mecánico de hasta 20 partes que percute sobre una o más cuerdas dentro de una caja de resonancia. Este mecanismo le da al Piano esa acción y sensación al tocarse, que si bien varía entre diferentes Pianos según su tipo y/o fabricante, difiere aún más de cualquier otro tipo de instrumento de teclado.
A finales de los años 20 y gracias a la expansión tecnología eléctrica apareció el Piano Eléctrico, también mecánico, pero más pequeño y transportable. Su acción difiere de la del Piano Acústico, pero sigue siendo más cercana a este que a la de el Órgano o a los sintetizadores que comenzaron a aparecer en los 1940’s y cuyos tonos eran indicados al sistema mediante un teclado con ese mismo formato que conocemos desde los primeros órganos y Clavicordios.
La aproximación general de Music LAB al tema de si Piano o Keyboard es, entonces, la de que es irrelevante.
Pero hay un factor histórico y cultural importante.
Una madre de un chico con talento musical un vez me comentaba con cierto tono de molestia que su hijo prefería estar jugando con el “tecladito de la computadora” que con un “Piano de verdad” que le habían comprado.
Dicho Piano era, según me describía luego la señora, un moderno Piano Digital. Estos no son otra cosa que un sintetizador de muestreos (samples) de gran variedad de pianos, órganos y muchos otros instrumentos, que se activan según un teclado de 88 teclas que, a los fines de reproducir la experiencia particular del piano, tienen una acción pesada, muy parecida a la que ofrece un piano acústico,
Estos Pianos Digitales son preferidos hoy en día por sus ventajas de tamaño y variedad sonora.
Las expectativas de la señora apuntaban a que su hijo de trece años aprendiera los grandes del piano (Mozart, Beethoven, Brahms, Liszt, Chopin…) y me llamó mucho la atención que muchos padres tienen esa idea sobre lo que es tocar piano “de verdad” o “en serio”.
Aparte del hecho de que el piano como instrumento ha sufrido importantes alteraciones desde su invención a finales del XVII y principios del XVIII, y que los pianos que tocara Mozart fueron muy diferentes a los que tocó Chopin, y éstos de los que tocara Brahms, la música para piano o, mejor dicho, el piano como instrumento de composición e interpretación musical, ha salido de los muros académicos para insertarse de lleno en el mundo de a música popular.
Como amante de la música en general, y de los aportes hechos durante el clasicismo y el romanticismo por genios como los antes mencionados, me gusta la idea de que niños y jóvenes entren en contacto con tan sublime cuerpo de obras musicales y, de hecho, es parte de la filosofía de MUSIC LAB que lo hagan, pero sin desestimar las contribuciones que en géneros como el Rock, el Jazz y otras formas populares se han producido.
En MUSIC LAB consideramos que así como la experimentación en música es provechosa por cualquier vía -incluso con el teclado de la computadora haciendo las veces de teclado musical-, también estamos conscientes del desarrollo intelectual y destreza técnica que se desarrolla al emprender obras de la magnitud de una sonata, un concierto para piano o cualquiera de las formas académicas en las que el piano ha sido protagonista, sin dejar de lado a Elton John, Freddie Mercury, Bill Evans, Lyle Mays y tantos otros, ni olvidar que ese mismo sistema de teclas acciona las notas de órganos, Acordeones, Celestas y tantos otros instrumentos con los que se ha compuesto hermosa música.
Nuestra visión es la de proveer la compañía y apoyo necesarios para el estudiante, en su propio camino y búsqueda, asignándole el instructor que más le convenga y adaptando los contenidos a sus condiciones sin apartarnos de la disciplina ni de ofrecer los retos que le permitan desarrollarse, se eduque en el sentido más amplio posible, convirtiendo cualquier conexión o ‘interface’ con las notas musicales, una herramienta de creación artística.
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