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La música como elemento transversal en la vida.

Actualizado: 4 mar


Madre: -Bueno hijo, ya eres un senior. ¿Has decidido qué quieres hacer con tu vida? 

Hijo: -Sí, mamá, quiero ser músico. 

Padre: -Pero ¿de qué vas a vivir? 

Probablemente este extracto de conversación familiar sigue dándose hoy como se daba en los albores de la humanidad en el Paleolítico. Podemos imaginar la preocupación de unos padres por el hijo que se quedaba escuchando el eco de la caverna y no aprendía a cazar ni entendía de recolectar.  

El instrumento musical más antiguo del que hasta ahora se sepa data del Paleolítico Medio, hace unos 62,000 años. Es una flauta hecha con el fémur de un oso, encontrada en un yacimiento arqueológico en Eslovenia.  

Nuestra relación con la música es anterior a cualquier civilización registrada por la historia y, si es cierto que la música no nos provee directamente de alimento o techo, también es cierto que ha definido y acompañado a la humanidad: todo indica que cuando el hombre se ha reunido, se ha hecho música.  

La música va más allá de poder ser una profesión, una actividad artesanal de remuneración siempre variable o un mero entretenimiento. En la Grecia clásica, la Música se incluyó en las cuatro artes que, junto a la Aritmética, la Geometría y la Astronomía (el Quadrivium) conformaban la esencia del conocimiento. La plenitud del conocimiento se encontraba en saber de ellas, poder discutirlas y comunicarlas por medio de la Lógica, la Gramática y la Retórica (el Trivium), que comprendían las siete ciencias y artes libres. 

Solo recientemente (hace unos 500 años) surgió la distinción que partió la sociedad en dos clases: aquellos que hacen música y aquellos que la consumen. Antes de ese fenómeno sociocultural, la música fue algo tan natural como lo es caminar o hablar para cualquier humano, y todos participaban activamente. 

El elemento inicial de la música es, por supuesto, el sonido -un hecho físico-, y un ente que lo perciba. Lo que llamamos Música es la intersección de un acto humano que solo existe cuando está ocurriendo.  La música es un gerundio.  

Los símbolos para la notación musical llegaron mucho después, así como ocurrió con el habla, y el contenido de tal notación es también una convención humana, un acuerdo grupal para establecer significantes.  

En Music Lab, el conocimiento de los fundamentos, símbolos y teorías que describen el sonido, y el arte que con este se realiza, son posteriores a lo que es para nosotros primordial: ESCUCHAR.  

 

La práctica y ejecución, en conjunto, de composiciones musicales, son el inicio de un camino en el que aparecerá la necesidad de un vocabulario técnico y símbolos de notación para una comunicación precisa de ideas.  

Por nuestra visión, finalidad y metodología, el solfeo adquiere importancia solo después de que el alumno haya ganado cierta confianza con el instrumento y puede interactuar con otros.  

La teoría se usa para tener definiciones comunes, pero es por medio de la experiencia que llega a comprenderse la teoría y las maravillas que devela. 

Los conocimientos de teoría de la música y la lectura de su lenguaje escrito -como puede verse en cualquier libro de teoría y solfeo tradicional-, han sido organizados de lo más fundamental a lo más elaborado. Pero lo fundamental de esa información puede resultar complicado inclusive para alguien que ya es músico. 

En nuestra visión, intentar que un niño, joven o adulto, entre al mundo la música por medio de un libro de teoría y solfeo es como pretender que un bebé aprenda a hablar con Hamlet o El Quijote.  

Por todo esto, Music Lab no se constituye como un método de aprendizaje por niveles en el que se empieza en el 1 y se termina en el 6, el 12 o el 33, luego de los que ya, finalmente “eres músico”.  

Sí, bien sabemos que hay inicios, pasos e información fundamental que aprender, también sabemos que ser músico empieza al escuchar de manera activa y consciente, para entonces hacer y crear, de la mejor y única manera que cada uno tiene para hacerlo. 

También somos conscientes de que hay un mundo ahí afuera, en el que hay niveles, evaluaciones, audiciones, una carrera y escalafones. Si se quiere tener certeza de un nivel en ese sentido, en Music Lab podemos ayudarte a evaluar tu nivel técnico y teórico para una estimación objetiva en siete niveles, o según la academia o universidad a la que apunten tus aspiraciones. 

Music Lab es un lugar para experimentar y aprender Música (de la Música y con la Música) de la manera que mejor te sirva y sin un fin vertical necesario. A eso nos referimos con La Música como un elemento transversal, cuya presencia en la vida de cada ser humano es siempre beneficiosa: la música es arte, es ciencia y matemática, lenguaje e historia, educación física y mental; la música nos pide investigar nuestro entorno y propicia el autoconocimiento. 

En la música no hay mal posible. Ni siquiera en la mala música. La Música, es un bien absoluto. 

 

 

“Sin Música, la vida sería un error” 

Friedrich Nietzsche. 

 

Entrevistador: -Maestro, ¿Por qué a los 92 años sigue practicando hasta cinco horas al día con el Violoncelo?” 

Pau Casals: -Porque creo que finalmente estoy progresando algo. 

 

“El corazón de una melodía no se puede poner en papel”  

Pau Casals 

 

“La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón... Es la lengua universal de la humanidad.” 

Astor Piazzolla 

 

“La música es la aritmética de los sonidos, como la óptica es la geometría de la luz. Las obras de arte hacen las normas; las reglas no hacen las obras de arte.” 

Claude Debussy 

 
 
 

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